De entre todos nuestros bichos, las aves son una de las mascotas que más mimo necesitan. Aparte de contar con una adecuada alimentación y una jaula con suficiente tamaño, es imprescindible proporcionarles una buena iluminación para aves. En efecto, las aves son naturalmente seres de luz y de día, acostumbrados a volar bajo los rayos del sol y celebrar cada amanecer con sus cánticos. Si tienes una ave como mascota, no olvides buscar la luz para aves más adecuada para tu especie.

El sol, la mejor iluminación para aves

Sin duda alguna, la luz solar es la mejor y más sana opción para las aves domésticas, principalmente porque marca su reloj biológico natural y porque la radiación ultravioleta es necesaria para su salud. La luz ultravioleta genera propiedades beneficiosas para esta especie, ya que mantiene su bienestar emocional, previene el picaje de plumas y contribuye a la síntesis de vitamina D3, promoviendo así la asimilación del calcio (al igual que nosotros, las aves también tienen huesos como animales vertebrados que son).

En este sentido, lo ideal es que sitúes a tu bicho con alas cerca de una ventana, en un espacio o jaula donde dé el sol sin dejar de haber sombra, por si tu emplumado necesita un momento de menos calor. Todo esto mejorará el bienestar de tu ave y también el de tu bolsillo, ahorrando en la factura de la luz gracias a la energía del sol.

Asimismo, procura que ese espacio o jaula tenga una ventilación adecuada para evitar que la radiación solar genere un calor excesivo para tu pájaro, sobre todo en los meses de verano, o si la jaula es metálica o de color oscuro.

La mejor iluminación artificial para aves

Si la luz solar es la mejor luz para aves, entonces la luz artificial que utilices para tu bicho volador debe recrear la luz natural del sol. En el caso de que no puedas aprovechar el sol, necesitarás una fuente de luz artificial para aves que contenga estos tres ingredientes básicos: que emitan luz ultravioleta tanto UVA como UVB, que emitan una alta temperatura de color y que tengan un espectro completo o alta reproducción cromática.

Para cumplir con estos requisitos mínimos será necesario emplear bombillas fluorescentes o LED, que deberás dejarla un mínimo de ocho horas para completar el fotoperíodo aconsejado para las aves. La luz de las bombillas incandescentes o del fuego, como la de las velas o las chimeneas, nunca es suficiente para mantener y cuidar a nuestro pájaro, ya que no cumple con ninguna de las propiedades que hemos señalado.

La radiación UVB y la UVA son fundamentales para los pájaros, tanto para su salud como para su visión, ya que los pájaros pueden ver dentro del espectro UVA (los humanos no podemos hacerlo). ​​No aportarles este tipo de luz sería algo parecido a dejarlos daltónicos o medio ciegos. Junto a la necesaria luz ultravioleta para aves, la luz artificial que utilices debe tener un espectro y una temperatura de color igual a la luz natural de día. Para ello, comprueba que las bombillas que emplees sean potentes, de luz blanca, con una temperatura de color entre los 6500K y los 10000K.

En términos técnicos, la iluminación correcta estándar para nuestras aves equivale al actínico de 9500K con un IRC o reproducción cromática de más del 90%. Con estos datos podrás asegurarte de aportar a tu bicho la mejor luz para aves. ¡Y recuerda! Si decides utilizar las bombillas fluorescentes clásicas, procura elegir un sistema mediante balastros electrónicos para evitar el parpadeo de los tradicionales, ya que este efecto perturba y desorienta a las aves, produciéndoles más estrés.